"Arte con Esencia: Detrás de cada historia, hay un alma que crea"

> No todo lo que escribo nace de la inspiración. A veces nace del dolor. De una lágrima que no cayó, pero se convirtió en palabra. Escribir no siempre es bonito. A veces es urgente. Es sobrevivir. Porque hay cosas que no sé decir, pero que sí sé escribir. Me escondo en las letras cuando la voz se me quiebra. Me abrazo a las palabras cuando no quiero que nadie me vea romperme. Mis letras también lloran. Lloran cuando estoy sola. Lloran por lo que no fue. Lloran por lo que duele y también por lo que soñé. No escribo para gustar. Escribo porque lo necesito. Y si alguien se encuentra en lo que escribo… entonces ya no lloro sola. Gracias por leerme incluso cuando mis palabras vienen rotas. —Sara García

> No sé en qué momento escribir se volvió mi forma de respirar. Solo sé que cuando no puedo con el ruido de afuera, me refugio en el silencio de las palabras. Cuando nadie escucha, escribo. Cuando nadie entiende, escribo. Este blog no nace de una estrategia ni de una moda. Nace de mí. De mis pensamientos a medianoche. De todo eso que no subo a redes, pero que vive en mí. Porque, aunque veas risas, bailes, publicaciones y momentos bonitos, también hay días grises. Hay preguntas que me hago en voz baja. Hay heridas que no muestro, pero que sangran. Y en medio de todo eso… decidí abrir este espacio. No para explicarme, sino para soltar. No para convencerte, sino para compartir. Si alguna vez has sentido que no encajas, que te falta algo, que no puedes hablar con nadie, entonces este blog también es tuyo. Aquí no hay filtros, ni maquillaje emocional. Solo palabras. Reales. Algunas torpes, otras hermosas, pero todas mías. Mis reflexiones cobran vida aquí. Y si al leerme, te encuentras un...